Sueños migratorios (2001)
Mural en mosaico
Facultad de Economía de la UMSNH
Los circuitos de la mirada de Mizraim Cárdenas
Víctor Manuel Pineda
La retórica básica de la escuela mexicana de pintura acostumbró hacer del objeto de sus representaciones una descripción de todas las estaciones por las que ha pasado nuestra historia. Este procedimiento, dominado por las preocupaciones didácticas y por subsumir a la obra de arte a su contenido, acabó por tiranizar a la forma y por asimilarse a las secuencias narrativas que se proponía representar. El mural que Mizraim Cárdenas ha realizado para la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana, tiene la particularidad de que no se sujeta a exigencias narrativas ni pretende construir una secuencia que describa, tal y como la inserción en el espacio muralístico lo exigiría, una composición isomórfica que asuma de manera directa el tema de la economía; al contrario su obra tiene una textura más lírica que épica y, por ello mismo, asume con más libertad la faena encomendada dentro de estos muros. Las secuencias temáticas del mural no se caracterizan por ser una simple yuxtaposición de episodios sino una bien integrada dinámica de imágenes, que permite una lectura de cada una de sus partes sin que para ello se requiera acudir a sus elementos previos. Los circuitos de la mirada pueden construirse ya como secuencias cromáticas y simbólicas, ya como una serie de elementos que se pueden comprender como auto contenidos: el mural “cuenta una historia”, pero también aísla a cada uno de sus elementos y tiende a destacar la autonomía de sus partes.
El tema de las migraciones, la expoliación de los recursos y la tiranía, que la sociedad del consumo ha ejercido frente a la naturaleza, forman parte de los tópicos acometidos. Del conjunto de elencos que ostenta el mural destaca la tensión entre el campo y la ciudad que no muestra ningún rostro humano, la tensión entre la conservación y la depredación, la abundancia y la escasez. La presencia de rostros humanos están todos definidos por un gesto angustiado y por la gravedad de la incertidumbre… ¿no ha sentenciado un gran pensador que la economía es una ciencia triste?… Todos estos componentes alcanzan a ser sugeridos por esa especie de paráfrasis que algunos elementos del mural hacen de los desempleados representados por Otto Dix o por los rostros distorsionados de Edvard Munch. El vértigo y la velocidad que sugieren algunas partes del mural –particularmente centradas en las representaciones de los relojes en la parte poniente del mural- contrastan con la reposada composición de elementos y por la renuncia a la saturación del espacio muralístico. Las zonas de densidad y de alta representación simbólica están caracterizados por elementos dinámicos, por la tendencia al vuelo, el despliegue de la velocidad, los desplazamientos de poblaciones. Sin duda nos encontramos ante una prueba destacable de las conquistas técnicas y formales que la obra de Mizraim Cárdenas ha conferido para nuestra plástica.