Mayo-Agosto de 2007
De nuestra portada | Mizraim Cárdenas
Mizraim Cárdenas (Morelia, 1971), con generosidad nos ha facilitado una muestra de su plástica para ilustrar este número de Ethos Educativo. Aquí transcribimos lo que sobre él opinaron en su momento Alfredo Zalce, María Luisa Puga y Elsa Maria Zertuche de Perez.
De la naturaleza, lo que necesita
Mizraim Cárdenas, Joven pintor y grabador, ama la naturaleza; toma de ella sólo lo que necesita. Elimina lo superfluo, ordena, compone y a la vez alerta y tenza su sensibilidad cuando pinta o graba, la obra deviene espontánea, naturalmente fácil; pero en el fondo sabia.
Atento a la evolución de su arte se cuida de no caer en extravagancias para aparentar dudosos modernismos a la moda, que a pesar de todo son efímeros. Claro, tiene inquietudes para cultivar su expresión. Pero en una forma orgánica sin olvidar lo ya conquistado.
Alfredo Zalce 1997
Las actitudes de la mirada
La mirada es impulsiva, arrebatada, sabe distorsionar y también juega. A veces produce escalofríos, como en el edificio incendiado. Mizraim Cárdenas logra que veamos su tristeza y lo que nos produce escalofríos es que nos alude a nosotros, a nuestro descuido. La mirada hace acercamientos que cambian la proporción de la mira. Eso nos hace mirar con atención y descubrir que sí, hemos visto así. Es lo que sea quedado en el fondo de la retina. La mirada también destaca volúmenes que parecen oquedades.
Hay que mirar sesgadamente para establecer que estamos en una azotea que aparece y desaparece. En contornos las líneas de las casas y multifamiliares se enciman, como acurrucándose, abrazándose. Una ventana iluminada hace que la mirada imagine el interior de la habitación. Un conjunto de casas coloridas son ojos que nos miran y eso nos desconcierta. Quién esta mirando a quién. Son estas cosas las que Mizraim Cárdenas nos muestra con su pintura. Su pintura le da cuerpo a la mirada incontrolable que tenemos. Que con un vistazo rápido registra una realidad que no vemos cuando nos detenemos. Su pintura es fresca y gozosa. Juega con nosotros de la misma manera con que hace la mirada.
Maria Luisa Puga
Territorios plásticos
Un breve atisbo a la obra que hoy nos comparte este joven creador, proporciona a quien “lo mire” una pausa agradable; una esperanza, un consuelo dentro del caos que puede significar la cotidianeidad de la vida diaria.
Mediante una sutil abstracción de las formas, hace posible el surgimiento de un lenguaje que permite la mediación entre lo real y lo imaginario. Donde es la línea quien marca el camino que acompaña al artista para ingresar suavemente a un territorio plástico nuevo, fresco y al mismo tiempo ancestral.
Líneas claras, definidas, dan origen a imágenes esquemáticas, provocando una conexión subjetiva inmediata entre el espectador y los arquetipos universales que a lo largo del tiempo y del espacio han constituido la esencia del ser humano…
Un mundo que nos pertenece y al que pertenecemos.
Un fuego que perseguimos pero termina abrazándonos.
Un caracolaberinto que sin dejar de ser origen, se transforma en fin.
Un juego de encuentros y desencuentros donde es el verde la única alternativa que ejerce el mágico efecto de calmar el alma.
Un amarillo eterno que enlaza con su presencia el calor espiritual al que aspiramos.
En otro sentido, la renuncia explícita que percibimos en su obra grafica a la tercera dimensión, excluye el modelaje para permitir que sean la forma y el color los elementos que logren una armonía visual.
Rompiendo con la tradición y con audacia inaudita vemos como Mizraim decide incursionar hacia nuevos horizontes convirtiendo la otrora placa en pieza única; el metal es ahora el medio para presentarnos una extraordinaria y personal interpretación de la “tradicional” aldea. Ésta como el hombre actual es sintética, contemplada desde las alturas y brillante en su sencillez.
Mizraim Cárdenas en esta muestra nos comparte sus propias vibraciones anímicas para tratar de despertar a partir de sus imágenes, sentimientos y emociones tan matizadas que como expresara Schumann “iluminan las profundidades del corazón”
Elsa Maria Zertuche de Perez
Original: https://imced.edu.mx/Ethos/